La vida es un camino lleno de aventuras, decisiones, oportunidades para aprender y desaprender. Vamos cada día creciendo como familia, creando, tejiendo puentes, pidiendo por claridad y conciencia para seguir en el camino que desea nuestro corazón. Darnos un espacio para mirar atrás, reflexionar y ver con distancia la historia que hemos creado, nos compromete y nos da energía para seguir adelante con fuerza y mucho amor.
Lo que más admiro de las tejedoras con las que co creamos en PALLAY es la infinita Paciencia y dedicación que tienen. Creo que es uno de los principales aprendizajes que me dan y que en este mundo tan acelerado en el que vivimos es una gran virtud contar con paciencia.
También aprender que lo bello se hace con tiempo, qué hay cosas que quizás no salgan como uno espera pero hay que aprender a soltar y desprenderse, porque la vida te pone pruebas y hay que saber fluir con ellas sin aferrarse a cosas ni a situaciones que uno espera.