Cómo el arte textil se convierte en motor de desarrollo para mujeres altoandinas

Cómo el arte textil se convierte en motor de desarrollo para mujeres altoandinas

Detrás de cada pieza de PALLAY hay mucho más que técnica y color: Hay una historia de transformación de mujeres que, gracias a su arte, han encontrado una forma de independencia y orgullo.

En las alturas del Cusco, el telar de cintura no solo teje fibras: teje oportunidades.
A través de este arte ancestral, más de 100 mujeres altoandinas con las que co-creamos en PALLAY han logrado fortalecer su autonomía económica, preservar su cultura y aportar a la educación y bienestar de sus familias.

Cada tejido representa horas de dedicación, conocimiento transmitido por generaciones y una conexión profunda con la naturaleza.

Hoy, ese mismo arte ancestral abre puertas a nuevos mercados, conecta con consumidores conscientes y demuestra que la sostenibilidad también puede nacer desde lo rural.

Nuestro rol como empresa BIC y como próximas a certificarnos como Comercio Justo, es acompañar ese proceso: garantizar condiciones justas, impulsar la formación continua y revalorizar el trabajo artesanal en la moda contemporánea.

Cada hilo cuenta una historia, y cada historia, una oportunidad.

Regresar al blog

Deja un comentario